Este domingo, los ecuatorianos participarán en un referendo que decidirá si el presidente de centroderecha, Daniel Noboa, obtendrá mayores poderes para combatir la violencia relacionada con el narcotráfico y también servirá como un termómetro de su nivel de aceptación de cara a su posible reelección el próximo año.
Medidas drásticas contra la violencia vinculada al narcotráfico
Con 36 años, Daniel Noboa, heredero de un imperio bananero, asumió la presidencia en noviembre en medio de un escenario electoral marcado por el incremento de la violencia asociada al narcotráfico, que ha alcanzado niveles alarmantes en los últimos cinco años.
En enero, el presidente declaró un “conflicto armado interno” y ordenó al ejército “neutralizar” a las veinte bandas criminales que operan en el país, catalogadas por el gobierno como “organizaciones terroristas”. Esta medida permitió que los soldados patrullaran las calles y las prisiones, muchas de las cuales estaban bajo el control de pandillas.
Polémica por allanamiento de embajada
Hace dos semanas, Noboa generó controversia al arrestar a un político ecuatoriano que se encontraba refugiado en la embajada mexicana en Quito y que enfrentaba una condena de cárcel. Esta acción fue vista como una violación del tratado internacional sobre la inviolabilidad de las legaciones diplomáticas, lo que desencadenó críticas en la región.
El presidente defendió la decisión de allanar la embajada argumentando que el político en cuestión, un exvicepresidente, no tenía derecho a protección debido a su condición de delincuente convicto.